Aunque pensado seriamente se trata de un incidente absolutamente bizarro, vale la pena reseñarlo, sobre todo porque uno de los protagonistas habitualmente habla delante de un micrófono y hay bastante gente que lo escucha.

Clarin.com publicó esta semana una nota en la que se reseña la versión del retiro del fútbol del ahora ex jugador de River Nelson Vivas que reveló Eduardo Feinmann en Telenueve.

A pesar de que se trata de una crónica absolutamente inofensiva (aunque divertida, como la mayor parte de las que se publica en esa sección del diario digital), Feinmann se puso nervioso. Y Feinmann nervioso es capaz de:

1) averiguar el nombre la periodista autora de la nota, su dirección y su teléfono particulares
2) llamarla a su trabajo para amenazarla, aclarándole que sabe su dirección y su teléfono
3) utilizar buena parte del espacio de su programa en Radio 10 para hablar de este tema que sólo le importa a él

¿Y si sólo le importa a él, para que hablo yo? Porque la autora es mi amiga, es una periodista decente y porque, además, no deja de resultarme patético que alguien haga lo hizo este personaje. Prefiero ahorrarme mis opiniones sobre Feinmann porque no quiero atender el teléfono de madrugada para escuchar pavadas.

Lo que me gustaría recomendarle, desde este humilde espacio y de onda, es que vea a un psiquiatra ya mismo.

Alejandro Lingenti