Enviado por Manuel García (oyente de Riesgo País)
"Después de sus últimos arrebatos belicistas, Estado Unidos ha tratado de recobrar la simpatía mundial a cualquier precio y con éxito dispar. Para su sorpresa, desde hace algunas semanas, una situación que en nada les concierne (si es que existe tal cosa) ha despertado los mayores gestos de amistad de países de todas las latitudes: solo un 50% de la conmoción producida por esta tragedia hubiera sido envidiable para Washington. Estamos hablando de las inundaciones en Santa Fe, una provincia argentina."
"Indignado por esta azarosa competencia, casi una provocación tratándose de los argentinos (la oveja negra de la familia americana), el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jackson Merkins, aconsejó el lanzamiento de una catástrofe local, una de mayores proporciones que relegase a la argentina a un segundo plano en el universo de la solidaridad mundial. Rápidamente se dispuso que varios huracanes recorrieran algunas zonas de importancia menor de la geografía estadounidense, eliminando algunos edificios y, por que no, 5 ó 10 exponentes de esa plaga que es la gente campesina".
"Pero, por alguna razón, el desborde hidráulico en aquella provincia al sur del Río Grande con toda esa gente apostada en los techos de sus casas era todavía mucho más popular que los granjeros de Illinois flotando en el aire como por arte de magia."
"Merkins sintió tambalear su puesto. Se le ocurrió que la compasión era directamente proporcional a la cantidad de muertos. Ordenó activar otros tantos huracanes, tornados y terremotos en tierra propia. Pero para su desgracia, según informó el encargado de Desastres Neumáticos, todos habían sido enviados en febrero a un país asiático para ayudar a una facción rebelde a derrocar a su dictador. Ni lerdo ni perezoso, Merkins pidió al Weather Channel varias imágenes de archivo y una discreción bien paga."
"Eligió cuidadosamente a 30 campesinos del sur de su país desoyendo los consejos de un diplomático sobre las ventajas de importar muertos del exterior: Merkins era un fanático del realismo. Los huracanes bien podían ser una farsa, pero los muertos serían muertos verdaderos que las cámaras de televisión podrían comprobar y así el mundo al fin torcería su solidaridad hacia el norte."
"Sin embargo, para la fecha de esta investigación, y mientras las imágenes de los archivos del Weather Channel ametrallan a los televidentes de todo el mundo, la oficina de prensa de la Casa Blanca, con Jackson a la cabeza, aguarda celosamente el retroceso de las aguas argentinas. En los sótanos de un edificio federal, listos para una operación relámpago, aguardan el mismísimo Merkins y sus asistentes, 3 túneles de viento y mas de doscientos granjeros del sur de los EE.UU."
(Denise Romain, investigadora en jefe de "Les Mesongeres", especial para este medio)
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posted by Cacique : 2:11 p. m.